A ritmo de blues, danza y música prehispánica, Ecatepec conmemoró el 183 aniversario de la fundación del Estado de México.
Ecatepec, México.- Ehécatl, lugar del viento. La danza y música prehispánica evocan el viento, la tierra, la fertilidad y la feminidad que caracterizan a este municipio, el más poblado de la entidad, en el 183 aniversario de la creación del Estado de México.
La noche estuvo llena de misticismo en la explanada municipal. Los Nok Niuk, hombres águila, venado, jaguar; hombres guerreros, trasladaron a las familias ecatepequenses a nuestras raíces, pueblo de una gran identidad cultural.
Ceremonia con danzas que los antepasados celebraban en honor a los dioses. De fondo, la luna iluminaba la noche y el incienso daba un toque de magia. Los cantos acompañaban los movimientos de los danzantes, logrando resaltar el amor por esta entidad.
La celebración inició con el Himno Nacional, entonado por un grupo de ocho niños de la escuela primaria Azteca, pero esta vez no fue igual a todas las ceremonias cívicas, en ésta ocasión, el canto fue náhuatl, lengua indígena de la que proviene el nombre de este municipio, Ehécatl, lugar del viento.
Ya de por sí emotivo, el Himno Nacional resonó en la explanada municipal donde se erige orgullosa nuestra Bandera Nacional. Luego, siguió la canción Mixteca, a capela, el canto de los niños dio inicio a la celebración cultural por el 183 aniversario del Estado de México.
En seguida, el grupo Tribu, reconocido internacionalmente, interpretó varias piezas de música prehispánica, de fondo, imágenes de nuestra herencia cultural milenaria. El dios del viento, la piedra equinoccial, las Pirámides, pinturas de guerreros y dioses Aztecas.
Los instrumentos lograron retomar nuestra identidad, nuestras raíces, sonidos que evocan al viento, al sol, la vida.
A un costado de la trilogía de nuestros héroes de la independencia, una exposición fotográfica con imágenes de nuestra gente, el rostro humano de quienes aquí viven y contribuyen al desarrollo del municipio y del Estado de México.
Los fuegos artificiales no podían faltar. El cielo se iluminó de colores verde, blanco y rojo, miles de luces destellaron en este día. Los castillos con el escudo del estado, con el símbolo de Ecatepec y con el mapa de nuestra entidad mexiquense emocionaron a chicos y grandes.
Finalmente para cerrar con broche de oro se presentó Betsy Pecanins, quien interpretó canciones mexicanas a ritmo de blues como sólo ella sabe hacerlo. No sólo se ganó a la concurrencia; la hizo vibrar, le transmitió ritmo y pasión, pero mejor ya no les platico más para que no se mueran del coraje de no haber ido a este vento que estuvo de lujo. De lo que se perdieron.
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maria de la luz lopez morales -